Una cosa es una cosa
1. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa.
2. Pedimos calaveras de azúcar, chocolate y amaranto; en
su lugar, al centro de la mesa, apareció una calavera de barro mal pintado,
resultó que alguno de los tíos, como casi siempre, nos había timado.
3. El alcohol adornaba nuestro altar de muertos. —Por
nuestros difuntos íbamos a ponernos una tremenda borrachera—. Porque un gusto a
nadie se le niega y menos cuando es para festejar a los que ya se fueron de
esta feria.
4. A mi prima se le ocurrió partir en pedazos la
calavera, así que con angustia dejó que ésta de la mesa se cayera.
5. A otra prima o primo, no recuerdo bien, se le ocurrió
probar el polvo y los pedazos de aquella dura roca. Con una alegría jocosa, nos
dijo que degustáramos los sabores de esta maldita cosa.
6. Antiguos y nostálgicos gustos llenaron nuestro
paladar, sabían a chongos zamoranos, higos cristalizados, nueces garapiñadas,
dulces de leche y mazapán; algunos, hasta dátiles, turrones y almendras
confitadas llegamos a probar.
7. Por mi parte, puse el café de olla y harto piloncillo
para endulzar. Claro, y el tequila para el frío de la madrugada soportar y de
paso a los sentidos deleitar.
8. Luego la cosa empezó a subir de tono, pues con tantos
primos y primas, no falto quienes buscaran los oscuros rincones para besarse
con todo.
9. Cuando amaneció, todos permanecimos callados, muy
quietos y pasmados, después de saludar a los parientes que nos habían visitado.
10. Nos provocó —mortal indigestión— habernos atragantado
con barro mal horneado y vino adulterado.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal