Infieles
Quedó
la cama vacía con el desorden provocado por nuestros cuerpos extasiados de
deseo. En el eco de la habitación permaneció el balbuceo del gozo, al borde de
las almohadas las palabras susurradas, en las sabanas el jadeo y el ahogo de la
exaltación de tus besos sobre los míos. Frente al espejo abundaron las
interpretaciones eróticas acompañadas por el tartamudeo del cenit sexual. La
entrega fue recíproca. En la oscuridad realizamos una comunión entre lo sagrado
y lo carnal. A lo lejos oímos los golpes secos de la ciudad. Cerramos la puerta
con el desasosiego del último encuentro. Las palabras desaparecieron con el
último adiós. En la calle, dos almas rotas, regresaron a la insatisfacción de
sus respectivos matrimonios.
2 Comentarios:
Te quiero para despertarte con un buen café mañanero, o con un buen café y el mañanero o un buen mañanero y después un café, no sé el punto es despertarte.
Despertaría arrastrando sílabas y palabras, saboreando, el café que tomaría de tu boca.
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