El tierno abrazo de la muerte
La
noche esta endemoniadamente fría señor Presidente, es como si la muerte se
estuviera apersonando para llevarnos directito al otro lado. Lo que más siento
es no haber terminado de leer su libro, se acuerda, aquel que usted escribió y nos
regaló a sus más cercanos amigos y colaboradores. Pero, alguno de esos
espíritus, con los cuales se comunicaba, pudieron darle el pitazo para estar
prevenidos y en vez en estar aquí, estaríamos bien calientitos en nuestras casas…
posiblemente lo traicionaron en contubernio con el “Chacal” para que nos
perjudicara… no lo cree posible… usted siempre tan confiado… siempre con sus
dudas. No cree que exista la muerte, pero se siente tan cerca que hasta la puedo
escuchar, empieza con un susurro y termina con un escalofrío en la espalda. Si hubiera
hecho caso a las advertencias de su hermano, en este momento estaríamos tomando
coñac mientras redactábamos las ordenes de ejecución para los traidores. No me
diga que los perdonaría… usted nunca va a aprender, por eso mismo, estamos en
esta encrucijada. Mire a mi general, tal parece que tiene una pesadilla, aunque
creo que es el único que saldrá vivo de esta conspiración… pero no hay marcha atrás,
lo sé muy bien… lo hecho, hecho esta. ¿Cree que reencarnaremos en algo
superior? Usted continúa siendo un soñador a pesar de las circunstancias. Yo
solo espero que sea rápido para poder irme a reunir con mis muertos… confío en no
verme en la necesidad de regresar de nuevo a este mundo, ya tuve suficiente,
pelee por mis ideales y seguí ciegamente un sueño que se viene desdibujando al
paso de las horas. ¿Escucha los pasos que vienen hacia nosotros? Señor
Presidente, siento muchísimo frio, es como si estuviera recibiendo el tierno
abrazo la muerte.
Señor
lo esperan los militares para iniciar los festejos patrios… no me diga que otra
vez está escuchando voces en este cuarto… son las sombras del pasado que continúan
sin encontrar descanso, pero no se preocupe hoy el país está en paz. Solamente algunos
brotes de descontento, los cuales hemos sofocado con toda la fuerza del estado.
Se nos ha pasado la mano y nos hemos llevado inocentes, pero usted conoce
perfectamente que el progreso se construye sobre los mártires. Por eso
esperamos a que terminaran de comer la rosca de reyes. No somos barbaros, después
de todo hay que respetar las tradiciones del pueblo. Escucho detonaciones…
parecen balazos, tírese al suelo… agáchese… no levante la cabeza… lo siento
tanto señor, pero yo también he escuchado los susurros de los espíritus y ellos
me han reclutado, por así decirlo, para dirigir la insurrección… “los traidores
echaron muy bien su trazo y para vengar rencores idearon un cuartelazo” …
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal