martes, 28 de junio de 2016

La tertulia

Era una casa antigua donde los misterios rondan a sus huéspedes, pero cuyos misterios nunca llegaron a convertirse en un teatro de fantasmas. Lejos del drama de las cosas extrañas y sobrenaturales, convivían caballeros de ligeras alas en tertulias consagradas al dios Baco. Asiduos a los convites nocturnos de risas fatuas y al canto desentonado, pero sincero, lograban una paz que les inundaba el alma. Casi siempre, por no decir siempre, caían en las repeticiones de los diálogos chuscos y vanos. La posadera, poco estricta, se unía a la estridencia y la algarabía de sus inquilinos. Por fin, acosados por los agudos chistes conseguían levantar el vuelo hacia la parte alta, ahí lejos de las miradas indiscretas, aventaban lejos los zapatos y así ponían fin a la fiesta antes de irse a la cama.

0 Comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal