Contactos virtuales
Me
gusta tener contacto con la gente que conozco, sentir la calidez del beso o de un
abrazo, estrechar la mano húmeda y, como en mi caso, el sudor en el rostro
cuando terminamos el entrenamiento y nos felicitamos efusivamente. Muy pocas
veces tomo los senderos del camino virtual, no porque sea malo, me parece
estupendo el uso de la tecnología, aunque para ser sincero; desvincula todo lo humano. Cuando tratas a la gente,
puedes distinguir el rostro esplendido que enmarca la imperceptible sonrisa, el
color de ojos y cabello, el tono de su piel y sus imperfecciones. Participas
activamente en los sueños y pesadillas, incluso tienes un rol preponderante en
la batalla diaria del hogar, los hijos, la escuela y otras cosas más íntimas.
Pero
todo bosque tiene sus cortafuegos, en los cuales podemos caminar sin perder la totalidad de la belleza que nos rodea. Apenas si una suave y temerosa mirada a
la vida interior de las personas. Por lo que en el contacto virtual, las pocas palabras tienen que tomar sentido.
Aunque a veces sientes que uno se ahoga en un aluvión de frases que quisieras
transmitir. Suena diabólico y se escribe igual. Es parte de la comedia del
consciente y del subconsciente, solamente hay que vivirla e interpretar a la
perfección el papel. Así que te conozco de videos y fotografías, de
conversaciones virtuales y sé que nos separa el tiempo y la distancia. En fin,
esto es un paso previo, dejemos de pertenecer a la comunidad primitiva y
hagamos una nueva disciplina espiritual del mundo virtual.
Un
momento que recuerdas vagamente
grabados
en la memoria digital
un
resguardo intacto, cerrado
vislumbras
apenas un sueño
quizá
un latido
un susurro
hecho
imagen,
residen
en recintos virtuales
del
nuevo cosmos,
habitamos
en los confines de bosques imaginarios
en
un submundo libre de tinta
y
de papel;
captas
amaneceres,
pero
en el mismo ángulo, las tinieblas
y
la luna
fotografías
fantasías
de
concreto y metal que duermen apacibles
mientras
se calcinan bajo el sol.
Durante
horas te vuelves huésped del silencio
despiertas
del letargo
me
nombras quedamente
saboreas
los vocablos que se forman
acaricias
el teclado
se
acallan tus temblores,
dibujas
los signos
aprendidos
hace siglos
entonces
las palabras
adquieren
el sentido
y el misterio
vislumbras
el lugar donde pastan los vocablos,
escribes
mi nombre
palabras
al sol
que
dejas reposar,
lánguidas
te miran
no
de luna
ni
de voz
sino
de silencio.